Desarrollar afición e interés por las matemáticas creo que no es una parcela destinada a unos cuantos privilegiados. Las matemáticas están por todas partes: en casa, en la escuela, en el bus o en la televisión, pueden estar más o menos escondidas pero siempre están allí.
Muchas veces pensamos que hay que hacer “actividades matemáticas” para aprender matemáticas y nos olvidamos que el primer paso para aprender siempre es hacer y mejor si es en compañía, ¿no crees?
Le proponemos tres contextos familiares donde hay muchas, muchas matemáticas. No se trata de forzar una situación, tan sólo acompañemos a nuestros niños en sus pasitos matemáticos:
Le proponemos tres contextos familiares donde hay muchas, muchas matemáticas. No se trata de forzar una situación, tan sólo acompañemos a nuestros niños en sus pasitos matemáticos:
1. En la cocina. Cocinar es una gran oportunidad para trabajar las medidas de masa, de volumen y de tiempo. Vemos los gramos, kilogramos, litros, decilitros, centilitros, mililitros, horas, minutos, segundos en un contexto real. Y con los más mayores podemos hacer regla de tres al cambiar el número de comensales de una receta.
2. De compras. Tanto el momento de la compra como su preparación son situaciones ideales para realizar cálculos o estimaciones. Los niños y las niñas pueden participar en la planificación, en la búsqueda de precios en catálogos o en internet, en el presupuesto inicial de la compra. Cuando estamos en la tienda pueden ir estimando cuando nos costará una compra y verificarlo cuando en caja nos dicen el total. También es una buena oportunidad para que entiendan el dinero: euros y céntimos (o la moneda de cada país) aparecen en todos los productos. Incluso podemos ver unidades de medida o interpretar el precio unitario que suele estar en cada cartelito del precio de un producto en el supermercado. Con los más mayores podemos hablar de las ofertas, de los descuentos y compararlos para ver cuál es más ventajoso. ¡Nos vamos a sorprender muchas veces!
3. En la mesa. Los juegos de mesa, tanto los tradicionales como los más novedosos son una excelente oportunidad para trabajar muchas habilidades matemáticas: la observación, la estrategia, la generalización, la comprensión de las normas o la invención de nuevas y en muchos casos aparecen componentes numéricos o visualización geométricas, sin olvidarnos que casi siempre tendremos la oportunidad de acercarnos a la probabilidad. En casa no pueden faltar tardes de dominó, parchís y oca y el descubrimiento de nuevos juegos que nos hagan pasar un buen rato en familia.
Publicado en aprendiendomatematicas.com
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