Los elementos naturales son muy fáciles de incorporar en el juego infantil de todos los días.Están a nuestro alrededor: Caracoles, piedras, palos, castañas, piñas ... son un elemento básico en nuestro patio trasero, playa, bosque o plaza, proporcionan a los niños innumerables posibilidades de juego creativas,abiertas e ilimitadas.
En una caja de arena como esta, las maderas se convierten en rampas, bancos, cocinas o bancos de trabajo.
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Si llenamos una caja de bombones vacías con las piedras, podrán estimular el juego imaginario y la clasificación y coordinación por formas y tamaños.
Debido a que los objetos como estos no son definidos como un juguete manufacturado o hecho en fábrica, los niños son más creativos, inventivos y laborioso cuando juegan con los elementos de la naturaleza. Los niños aprenden mejor a través del juego, y qué mejor manera de darles esa oportunidad que por lo que les permite explorar y experimentar con los objetos que les rodean en su mundo natural.
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El barro se convierte en "cemento" en una actividad de albañilería
Flores, pastos, ramas, agua y piñas para cocinar "las delicias" que compartirán en la merienda.
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Su majestad, LA PIEDRA
Aquí vemos como se han convertido en un entretenido juego de dominó.
Pintadas con las letras del abecedario, los pequeños pueden aprender a deletrear y los más grandes jugar ahorcado, con la ayuda de un trozo de tiza.
Y como no podía faltar, las vemos presentes en el "siempre vigente" juego de TA TE TI
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