Es uno de los primeros juegos que aprenden los niños y su origen es indefinida. Lo que se sabe seguro es que se trata de un juego que se transmite de generación a generación.
Jugar a pillar o perseguir, es uno de las actividades recreativas preferidas de los niños. Se trata de un juego al que no es necesario una técnica o un equipo especial. El pilla-pilla es un juego popular simple y con muy pocas reglas. Por ello, es un juego ideal para que los niños jueguen al aire libre, en celebraciones familiares o entre amigos, en las fiestas de cumpleaños o de Primera Comunión, entre otras.
Cómo se juega al pilla-pilla o a perseguir a los niños
Los niños pueden empezar a jugar al pilla-pilla, a partir del momento en que ya puedan moverse y correr con más equilibrio y seguridad. Además, es un juego ideal para que los niños desarrollen sus habilidades y su capacidad motora.
Jugar a perseguir requiere fuerza de voluntad y mucha persistencia, y es perfecto para fortalecer las piernas de los niños. Aparte de eso, desarrolla el cognitivo de los niños, haciéndoles crear estrategias
para escapar o pillar a los demás niños.
El juego de pilla-pilla no tiene límites de jugadores. A partir de un mínimo de dos niños, se puede jugar cuántos quieran. Un niño se ‘la liga’ y tiene que tocar a otros niños mientras estos corren. Cuando consiga tocar a otro niño, este también pasará a pillar a los demás niños. El juego sigue así hasta que no quede ningún niño para pillar. El ganador es siempre el último.
El pilla-pilla es un juego universal, es decir, no tiene idiomas ni fronteras.
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