Estos dos poemas de Marisa Alonso Santamaría son una maravillosa manera de evitar los miedos y las pesadillas tan habituales en la largas noches infantiles. En ellos el afecto expresado con besos y abrazos espanta los miedos infantiles, ¿hay mejor antídoto para conseguirlo?. Nada como la cercanía de los padres trasmitiendo seguridad para tranquilizar al niño.
Ilustración de Lucía Mansilla |
“UNA LARGA NOCHE”
Ruidos y fantasmas,
sonidos y sombras,
durante la noche
le causan zozobra.
Azota la lluvia
puertas y ventanas,
el niño se esconde
Sopla fuerte el viento
crujiendo las ramas,
hay monstruos y brujas,
gigantes y arañas.
Unos ojos brillan
en la oscuridad,
el niño aterrado
comienza a gritar.
Rápido a su lado
se acerca su madre,
algo le susurra
al llegar su padre.
Lo abrazan, le besan,
y mecen su cuna
el niño se duerme,
el miedo se esfuma.
Ilustración de Musaraña |
“ANDY”
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