Los juguetes y juegos de antaño: ¡Cómo nos divertíamos, cómo se divierten!
Norman Rokwell |
Con este artículo queremos echar
la vista atrás y recordar cómo nos divertíamos, cuáles eran nuestros juegos y
juguetes habituales y, sobre todo, lejos de reprochar a los niños la manera en
que ahora se divierten, defender su derecho a la imaginación y el ingenio.
Antes nos divertíamos con cosas
básicas, artilugios inventados por nosotros mismos o juegos que no requerían de
un gran despliegue de instrumentos más que la calle y una serie de normas.
Ahora, lo habitual es oír la frase “no le compres más juguetes que tiene de
todo”, ya sea en cumpleaños o fiestas navideñas. Es verdad, tienen de todo
pero… ¿juegan con algo? No, al final, el entretenimiento cede a favor de las
cosas más elementales, sobre todo, en los más pequeños. Podemos regalarles lo
último en juguetes pero, al final, se acaban entreteniendo con objetos
cotidianos muy simples, una pinza, un palo, una muñeca o un cochecito en
concreto acaba protagonizando la mayor parte del ocio de los más pequeños. ¿No
será que somos nosotros quienes nos obsesionamos y les abrumamos y limitamos el
ingenio con tanto juguete?
Aunque nos empeñemos en lo
contrario, los niños de ahora sí que intentar huir en muchos momentos de tanto
juguete para divertirse con lo mismo con lo que nos entreteníamos nosotros. Se
reivindican en los recreos de todos los colegios, donde se suceden
continuamente modas. Por temporadas, los patios se vuelven a llenar de yo-yos,
diábolos, tazos y peonzas, se juega al fútbol y al baloncesto, a la goma, la
comba y la rayuela, al escondite y al rescate, a polis y cacos. Es probable que
nosotros no nos demos cuenta desde el trabajo y solo les veamos jugar a las
videoconsolas cuando llegan a casa, pero es así, solo hace falta observar la
hora de recreo durante todo un curso escolar.
También juega un aspecto
fundamental el ritmo y los horarios de vida de los padres. El ámbito laboral es
cada vez más exigente y, con demasiada facilidad, recurrimos a la televisión y
las consolas para que se mantengan entretenidos mientras nos tomamos un
descanso, o les cargamos de actividades extra escolares
. Antes, nos llevaban al
parque.
En definitiva, los niños de ahora
también buscan sus ratos de ingenio y juegos “de calle”, escapar de la
monotonía de los juguetes de casa, aunque nosotros no podamos verlo.
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