8 TIPS PARA MOTIVAR A LO NIÑOS A LEER POR PLACER


Se debe buscar un tiempo (entre 10 ó 15 minutos) y un lugar para leer todos los días con los niños y niñas, procurando desligar esta lectura de las tareas escolares y tratando de incorporarla a las rutinas diarias.
- El gusto por la lectura comienza antes de saber leer. En los primeros años la narración oral es una fuente de disfrute e inicio fundamental a la palabra escrita. También son aconsejables los libros-juguete y los libros desplegables o pop-ups.
Foto: Se debe buscar un tiempo (entre 10 ó 15 minutos) y un lugar para leer todos los días con los niños y niñas, procurando desligar esta lectura de las tareas escolares y tratando de incorporarla a las rutinas diarias. 

- El gusto por la lectura comienza antes de saber leer. En los primeros años la narración oral es una fuente de disfrute e inicio fundamental a la palabra escrita. También son aconsejables los libros-juguete y los libros desplegables o pop-ups.

- Siempre que sea posible, se debe procurar leer juntos. Esto es importante en las primeras etapas de la vida, en las que los niños no son lectores autónomos. Los niños aprenden a leer viendo los textos escritos, observando las ilustraciones… pasando las páginas de un libro.

- Leer como un adulto requiere soledad, silencio y tiempo. Leer en la infancia requiere compañía, voces y un poco del tiempo de los mayores. 

- La lectura debe convertirse en un actividad divertida. Cuando los niños son pequeños se pueden leer historias jugando con la voz o entonando poemas y canciones. El niño mejora su lectura cuando se apropia del ritmo y los sonidos de las frases. 

- Se debe preguntar al niño por sus lecturas. Al mostrar interés por los libros que leen los hijos, se posibilita establecer conexiones, organizar la información y ayudarles a ser lectores activos.

- Cualquier motivo puede ser bueno para leer: preparar una excursión, hacer un postre sabroso o conocer las reglas de un juego. Las guías turísticas, los recetarios de cocina, los periódicos, las instrucciones o la publicidad ayudan al niño a comprobar que leer es importante para cualquier actividad. 

- El dar ejemplo es fundamental, los niños imitan lo que ven. Leer un periódico, una revista o un libro les demostrará que para vosotros leer es gratificante.

- Se ha de tener en cuenta que, aunque los padres no sean grandes lectores, pueden ser unos excelentes mediadores entre el niño y los libros.Cuando los hijos ya saben leer, se ha de continuar compartiendo la lectura en familia. A los niños les gusta escuchar historias leídas en voz alta a cualquier edad, y siguen necesitando nuestro estímulo.
- Siempre que sea posible, se debe procurar leer juntos. Esto es importante en las primeras etapas de la vida, en las que los niños no son lectores autónomos. Los niños aprenden a leer viendo los textos escritos, observando las ilustraciones… pasando las páginas de un libro.

- Leer como un adulto requiere soledad, silencio y tiempo. Leer en la infancia requiere compañía, voces y un poco del tiempo de los mayores.

- La lectura debe convertirse en un actividad divertida. Cuando los niños son pequeños se pueden leer historias jugando con la voz o entonando poemas y canciones. El niño mejora su lectura cuando se apropia del ritmo y los sonidos de las frases.

- Se debe preguntar al niño por sus lecturas. Al mostrar interés por los libros que leen los hijos, se posibilita establecer conexiones, organizar la información y ayudarles a ser lectores activos.

- Cualquier motivo puede ser bueno para leer: preparar una excursión, hacer un postre sabroso o conocer las reglas de un juego. Las guías turísticas, los recetarios de cocina, los periódicos, las instrucciones o la publicidad ayudan al niño a comprobar que leer es importante para cualquier actividad.

- El dar ejemplo es fundamental, los niños imitan lo que ven. Leer un periódico, una revista o un libro les demostrará que para vosotros leer es gratificante.

- Se ha de tener en cuenta que, aunque los padres no sean grandes lectores, pueden ser unos excelentes mediadores entre el niño y los libros.Cuando los hijos ya saben leer, se ha de continuar compartiendo la lectura en familia. A los niños les gusta escuchar historias leídas en voz alta a cualquier edad, y siguen necesitando nuestro estímulo. 

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