La carrera que hace de los juguetes una profesión

LUDOTECARIO

Por: Oriana Padello. ESPECIAL PARA CLARIN.
CON SUS MANOS. LOS ALUMNOS APRENDEN A FABRICAR JUGUETES.
Había escuchado muy poco sobre esto", confiesan algunos que llegan al Instituto Yuguets en busca de sus insólitas carreras: ludotecario y diseñador de juegos y juguetes. El universo del juguete reside, literalmente, en este instituto terciario fundado e ideado por Rosa Planas Bartrina, psicóloga, psicopedagoga, docente e investigadora. "Acá nos divertimos mucho, es una carrera juguetona y risueña", dice Bartrina. La carrera de ludotecario consiste básicamente en armar una especie de biblioteca, pero repleta de juegos y juguetes para chicos y para adultos. Consta de 27 materias, tiene título oficial y se cursa en tres cuatrimestres. Con uno más, se obtiene el título de diseñador de juguetes. "Fundé esto porque la gente dice que le cambia la vida", asegura ella, quien intenta día tras día reivindicar la actividad del juego. Yuguets tiene más de cien egresados, entre ellos contadores, ingenieros, abogados, "hay mucha diversidad. Esto es menos stress y más armonía, acá se forman como persona", sigue Bartrina. El primer egresado fue un ludotecario de 73 años, también profesor de educación física y esgrima. La salida laboral del ludotecario es amplia y se enmarca dentro la educación formal y no formal. Pueden desempeñarse en juegotecas y ludotecas del sistema educativo, en clubes, municipios, empresas, hoteles, hospitales. El espacio se denomina juegoteca cuando pertenece a un ámbito específico y ludoteca cuando está abierta a la comunidad en general. "En una juegoteca, en principio, hay que clasificar los juegos y analizar muy bien qué es lo que se va a poner. El ludotecario los puede fabricar o comprar. Si es una juegoteca maternal, juegos blandos y lavables que no contengan piezas pequeñas. Si está dentro de una empresa, juegos que activen la agilidad mental", define Bartrina. La juegoteca también puede ser móvil y llegar al aula, momento en que los chicos saben que es hora de jugar. Puede contener bloques de madera, el rincón de la mamá, el sector de la construcción. Esta modalidad de juegoteca móvil es también la que se presenta en los hospitales, donde cumple su función en la enseñanza hospitalaria para los chicos internados. En Yuguets, gran parte de los estudiantes están becados. Otros pagan lo que pueden como contribución y los profesores son voluntarios. Bartrina encuadró la carrera dentro de un "marco ecológico": no se utilizan pinturas tóxicas ni plásticos en los juguetes, sólo madera y alambres. "Muchos creen que jugar es perder el tiempo. Hay que jugar o jugar, y tomarse realmente el tiempo para eso", concluye.
http://www.clarin.com/diario/2010/04/04/sociedad/s-02173428.htm