Por: Mariángeles López Salon
A veces es difícil alejar a los chicos de la compu y de la Play Station. Por eso, la licenciada Amalia Bonelli, orientadora familiar, me pasó una idea para compartir: la tómbola de cuentos.
¿De que se trata? “Es un juego que busca desarrollar la capacidad creativa y el uso de la palabra escrita, para grupos de 6 jugadores a partir de los 8 años. El objetivo es armar un cuento con datos provistos al azar: un personaje, un lugar, una situación de dificultad y una meta a la cual llegar”.
Las reglas son las siguientes:
* Se definen 6 personajes que los participantes conozcan, y a cada uno se le asigna un número del 1 al 6
* Definir 6 lugares, y asignarle a cada uno un número del 1 al 6
* Definir 6 situaciones, y a cada una se le asigna un número del 1 al 6
* Definir 6 objetivos o metas, y también asignar un número del 1 al 6.
* Se pueden definir 6 finales, pero esta opción queda a criterio de los jugadores y a la edad de los mismos. Al definir previamente los finales el entramado del juego se dificulta
* Cada jugador tira la tómbola y saca un número entre el 1 y el 6. En ese primer tiro, definirá cuál es el personaje de su cuento. Luego vuelve a tirar para determinar el lugar donde se desarrolla el cuento, la situación, el objetivo y el final
* Una vez que cada jugador definió al azar un personaje, lugar, situación, meta y final deberá componer un cuento con esos elementos
* Se pone a funcionar un reloj y a los 15 minutos se leen los cuentos inventados
* No hay un ganador definido; entre los mismos participantes elegirán cual es el mejor cuento.
Algunas consideraciones: a medida que se tira la tómbola pueden sacarse de circulación los personajes, situaciones, lugares y metas. Si se usa esta opción de descarte, no se podrá usar un dado o tómbola, sino tarjetas. Además, prestar especial atención en la elección de los personajes, porque es ahí donde reside el estímulo para crear el cuento.
Para Amalia Bonelli, una posibilidad entretenida es que los personajes elegidos coincidan con los de los dibujos animados o de las series televisivas que están acostumbrados a ver. También pueden ser amigos, personas conocidas, familiares, etc. Los lugares pueden tener distintos grados de dificultad dependiendo de la edad de los jugadores. Por ejemplo, para niños de 8 a 10 años pensar en sitios comunes conocidos como la escuela, el patio, la casa de un amigo, el barrio, el shopping, la plaza. En el caso de niños mayores se puede ir complicando el escenario con sugerencia de ciudades específicas, accidentes geográficos, países o continentes.
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