LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS

La música tiene un gran poder. Brinda una agradable experiencia de aprendizaje, estimula la imaginación y la creatividad en los niños. Además, crea vínculos entre padres e hijos mientras comparten momentos musicales, los cuales le servirán al niño para establecer relaciones fuertes y sanas con otras personas durante su vida. La música crea un ambiente rico que fomenta el autoestima y promueve el desarrollo social, emocional e intelectual.
Desde el vientre materno hasta el final de la primera infancia, la música es un estímulo importante para ayudar a los niños a crecer plenamente como seres humanos y facilitar su aprendizaje. En un principio, los primeros sonidos que los niños identifican son las voces de sus padres. Las canciones de cuna y los arrullos son sus primeras lecciones musicales que los conectan emocionalmente con el ritmo, la melodía y las personas a quienes más aman. En los meses posteriores el niño aprende a seguir el ritmo con aplausos y movimientos de su cuerpo. Empieza a desarrollar su gusto por algunas canciones que le resultan conocidas, hasta que empieza a memorizar y reproducir  algunas letras y melodías.
Al incluir la música como parte de su educación, los niños disfrutan de momentos de alegría en los que tienen la oportunidad de expresarse: se comunican, se mueven, se relacionan con otros y son ingeniosos y creativos. La música está íntimamente relacionada con el lenguaje, el equilibrio, la memoria y la inteligencia. Al cantar los niños aprenden a leer, a desarrollar vocabulario, a aumentar su capacidad de memoria, a expresar sus emociones, a trabajar en equipo, a tener ritmo y a energizarse mediante los sonidos.
La música juega un papel muy importante en el establecimiento de rutinas. Cantarle la misma canción todas las noches a la hora de irse a dormir se convierte en parte de la transición entre estar despierto y dormir. Cuando los niños se inventan palabras para adaptarlas a música conocida desarrollan su creatividad y gusto por el lenguaje y sonidos musicales.  Mientras se expresan, los niños pueden desahogar su enojo, demostrar alegría y otros estados de ánimos. Los padres, al compartir la música con los niños, les ayudan a tranquilizarse. De esta manera tienen la oportunidad de conectarse con sus sentimientos
La música se encuentra alrededor nuestro. Los sonidos que escuchamos a diario en cualquier parte son música. Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su habilidad de escuchar y su creatividad para que descubran esos sonidos musicales que nos rodean: el sonido del viento, un zapateo, el canto de los pájaros, etc.
La música nos permite aprender sobre el mundo que nos rodea. Gracias a la música obtenemos:
• Palabras, bases para construir el lenguaje y la capacidad de leer y escribir.
• La repetición, reforzando el aprendizaje.
• Los patrones para ayudar a anticipar lo que sigue.
• Un compás rítmico que ayuda a tener una mejor coordinación.
• Melodías que llaman la atención y nuestro agrado.
Con la música se puede:
• Generar coordinación permitiendo a los niños seguir un compás y usar sus mentes, voces y cuerpos en
conjunto.
• Ayudar a los niños mayores a compartir, hacer amigos, y sentirse cómodos en grupo.
• Fomentar el desarrollo del lenguaje por medio de historias, rimas y ritmos.
• Despertar la creatividad permitiendo a los niños llenar los vacíos de las palabras, descubrir sonidos o inventar canciones.
• Construir relaciones, comunicar sentimientos, dar comodidad y consuelo.
• Desarrollar la motricidad fina y gruesa a través de juegos con los dedos, el baile o la interpretación de instrumentos.
• Desarrollar la individualidad permitiendo a los niños descubrir sus propios sonidos y estilos de música.

La mejor manera de ayudar a los niños a apreciar la música es proporcionarles mucha música desde temprana edad. El sólo escuchar la música no puede compararse con crear y tocar algún instrumento. La música en vivo tiene un mayor impacto emocional y sobre los sentidos. Por ello, participar en un coro de niños o una orquesta infantil, asistir a algún concierto en vivo, serán experiencias enriquecedorass para cualquier niño. Pero al igual, una pequeña banda casera compuesta de ollas, sartenes, pitos y “chinchines”, también sería una buena oportunidad para experimentar la música. Los niños pueden inventar sus propias canciones y los padres se las podemos grabar. Esto les servirá de inspiración para iniciarlos en la apreciación por la música.
 

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