Mamá estaba cansada de estropearse las manos cuando podaba las plantas del jardín
Una mañana fuimos al mercado a comprar unas frutas y pasamos por un
puesto donde un señor vendía unos guantes de cuero.
Yo los vi y le dije
:
-
Mami comprate estos guantes de cuero para que tus manos no sufran
cuando arregles el jardín.
- Tienes mucha razón hija, los voy a comprar.
Al día siguiente mama se puso los guantes de cuero para cortar las
rosas y podar las matas de croto.
Ya han pasado 2 años y los guantes de
cuero ya se han estropeado.
- Pobres guantes, mira como han quedado, están
rotos y desgastados, dijo ella cuando los vio.
Al día siguiente mi
papa le trajo unos nuevos.
-!Muchas Gracias!, le dijo mi mama, pero los voy
a guardar hasta que los míos ya no puedan más.
Y con esos mismos guantes viejos y rotos mi mama continuo arreglando las plantas del jardín por un largo tiempo.
Por Rosa Esperanza Rodriguez Jaen Lic en Educación Inicial 17-1-2013. Caracas- Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario