RECUPERAR LA MAGIA DE JUGAR - Segunda parte

Primero el hogar
Los especialistas coinciden en que el seno primario en el que debe desarrollarse la capacidad lúdica de los niños es en el propio hogar, y en segundo lugar en la escuela. Si en estos ámbitos no se estimulan los momentos de juego están privando a los niños de herramientas fundamentales para su vida adulta.
Según datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, 3 de cada 10 niños de 0 a 5 años no suelen ser receptores de historias orales o lecturas de cuentos en los primeros años de vida. A su vez, el 80% de los niños de hasta 5 no realiza actividades deportivas, mientras que el 85% no hace actividades artísticas o culturales.
En el caso de los niños de 6 a 12, la gran mayoría (91%) juega en su propia casa y tiene como espacios alternativos la casa de amigos y otros familiares (34%), y el patio o jardín de su vivienda (27%); mientras que en menor medida juegan afuera de la casa en la vereda o baldío o en parques o plazas (15% y 12%, respectivamente). En este grupo etario, el 68% no realiza actividades deportivas extraescolares y el 83% no efectúa actividades artísticas o culturales. Las estadísticas demuestran que en los contextos de menores recursos este panorama se agrava, achicando cada vez más las posibilidades de juego.
En estos casos, donde las casas no son lugares propicios para el esparcimiento, los padres deciden enviar a sus hijos a juegotecas o ludotecas para que allí puedan desplegar su potencial.
Cada centímetro está ocupado por juguetes, telas, masa, bloques de construcción, papeles, cintas, témperas y todo tipo de insumos que puede servir para despertar la imaginación.Son lugares alegre, que invita al disfrute y a la distracción.

Pensamiento creativo
¿Por qué es importante recuperar el juego en la niñez? Principalmente, porque favorece la maduración y el pensamiento creativo. Mediante el juego los niños representan sus inquietudes, ideas, sentimientos y deseos.

El jugar es el lenguaje natural de la infancia, una actividad que le permite al niño aprender el mundo, conocerse a sí mismo y al otro, donde el riesgo y el desafío lo ponen en tensión constructiva. El fenómeno por excelencia que le permite al ser humano desarrollar su actividad creadora es el juego.
Jugando los niños empiezan a comprender cómo funcionan las cosas, a interpretar diferentes papeles, a negociar, a acatar reglas y deseos ajenos. Pero además, los especialistas resaltan la necesidad de que existan momentos de juego libre y espontáneo. "Es fundamental que un niño tenga tiempo libre de juego, con posibilidad de elegir a qué jugar y decidir cómo jugar", sostiene Caba.
Belén de Marcos, profesora de Filosofía en la carrera de Orientación Familiar de la Universidad Austral, afirma que a través del juego se pueden adquirir hábitos deseables como el sentido del orden, la prolijidad, la responsabilidad, el respeto por la propiedad ajena y por la otra persona. Y agrega que "también podemos desarrollar hábitos como la independencia, el control, el saber afrontar situaciones difíciles con tranquilidad, el coraje, la concentración, la perseverancia, la prudencia, la generosidad, la honestidad y el respetar los tiempos".

Vínculos o nada
" Seño , ¿quiere jugar al quemado con nosotros?", pregunta Anahí, de 8 años. Ella, junto a 200 chicos tienen su tiempo de juego cada tarde, en la ludoteca Madre Teresa de Potencialidades, que funciona en el barrio de Las Tunas, en General Pacheco. En el conurbano bonaerense, donde se concentran grandes bolsones de pobreza, las ONG también luchan por defender el derecho al juego en los niños.
"Acá, por dos horas, los chicos no tienen que ser adultos. Sólo juegan a la mamá, al fútbol, dibujan lo que quieren", explica Andrea Mettler de Insúa, directora de Potencialidades, ONG que crea espacios de juego en barrios marginales de la provincia de Buenos Aires. "Este es su espacio. Los chicos aprenden a jugar en vez de estar en la calle y eso les cambia la vida. Y en cada juego e intercambio educamos en valores, para que se respeten y se cuiden. Cuando el chico sólo registra violencia replica la violencia, pero cuando viene acá y tiene a Lidia que lo abraza y lo llena de besos tiene un modelo de amor", agrega Mettler.
Claudio, de 13 años, se acerca a esta ludoteca y también asiste al taller de tapitas, que tiene como objetivo educarlos en valores y capacitarlos en su futura inserción laboral. "Este lugar me acompañó en las buenas y en las malas. Ahora sé que puedo cambiar y tener un mundo mejor", dice este joven.
Las actividades que se desarrollan varían según las edades de los chicos e incluyen diversos módulos: juegos, lectura de cuentos y expresión plástica. Se realizan actividades de reciclado para construir juguetes y objetos de utilidad con el material descartable, generando además conciencia ambiental.
"Empecé a armar las ludotecas porque los chicos tienen hambre de jugar", comparte Mettler, mientras recorre esta ludoteca, que hace 7 años dio sus primeros pasos en esta materia y hoy permite que 800 chicos puedan elegir otra historia.
Es la hora de la leche y todos forman una ronda para rezar. Ramón, uno de los coordinadores, pregunta a los chicos si quieren agradecer o pedir por alguien. Un varón sonriente levanta la mano y grita: "¡Por la ludoteca!"
Por Micaela Urdinez
De la Fundación LA NACION

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