Fundamentación y reflexión acerca de jugar y los juegos

Fundamentación y reflexión acerca de jugar y los juego Inmersos en un mundo de cambios constantes, en el cual observamos como casi en forma despótica los valores que sostuvieron a nuestros padres y a nosotros mismos desvanecen y entran en el olvido o en un recuerdo nostálgico. En cuanto a los adultos debemos trabajar mayor cantidad de horas para poder abastecer las necesidades cotidianas. La familia se disgrega entre cansancio, falta de atención y comunicación Conocemos en demasía la realidad de la infancia y juventud. Los resultados son claros y concretos. Dificultades de aprendizaje, conducta, como así también de socialización. Los juegos son solitarios (computadora) no encuentran amigos y en ocasiones se generan grupos con características nocivas. Trastornos cada vez más severos en el aprendizaje. Dificultades de comprensión, de organización de la lengua escrita, desatención, etc. Existen gran cantidad de niños en tratamiento psicopedagógico, psicológico, y no pocos niños medicados por “hiperactividad” Frente a esta realidad se abren dos posibilidades: Lloramos por lo que depara a nuestro futuro y a las próximas generaciones o proponemos cambios. Todos sabemos que la familia sostiene, contiene y es la base para “salir al mundo” en forma saludable. La escuela forma parte de la vida de todo ser humano y de la flia. Los docentes con su labor dignifican el aprendizaje. Pero existe una realidad casi indiscutible: la necesidad de mayor capacitación y estrategias para hacer del pase de información una posibilidad de aprendizaje real. La posibilidad de ENCUENTRO en FAMILIA es una forma de comunicación prioritaria. Nuestra cultura europea nos transmitió el encuentro el domingo con la pasta. Lo “acriollamos” con el asadito. Recordamos en más o menos medida esos días donde se podía discutir, conversar, amigarse, enterarse, aprender, compartir!!! ¿Qué sucede en la semana en casa? ¿Podemos encontrarnos? El juego es la forma de comunicación primordial de los niños, elemento esencial de elaboración de situaciones problemáticas, vehículo de conocimientos y portador de aprendizajes. Jugar en casa, en la vereda, en el club, en la plaza…jugar. ¿Qué pasa en la escuela? ¿Está dado el “permiso” de jugar o es un espacio casi arrancado en los recreos? ¿Por qué será la actitud desesperada de los recreos? ¿La modalidad en alza de las agresiones físicas en esos momentos? ¿Será, entre otras tantas causas, que perdemos dentro de las aulas la posibilidad de jugar? ¿Que ya no consideramos que se puede aprender jugando o será que nos olvidamos las sensaciones al hacerlo? ¿Realmente será que un niño quieto presta atención? ¿O nos molestará en ocasiones el movimiento curioso de los niños? Por qué la construcción de juegos

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