LLEGÓ EL VERANO... TIEMPO DE VOLVER A JUGAR

“El momento del descanso y las vacaciones son ideales para el encuentro genuino entre padres e hijos, sin agendas ni celulares ni cuestiones pendientes en las cabezas adultas. Y qué mejor que hacerlo a través del juego. Es una gran excusa para devolvernos ese espacio de esparcimiento que nos debemos todo el año y que encuentra su sentido en la sonrisa de un chico, que es ni más ni menos que nuestro hijo, el ser más fascinante que podremos tener a nuestro lado”, sugiere Arturo Clariá, psicólogo y educador.

http://sphotos-c.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash4/305980_299256946858164_1710358611_n.jpgCon la llegada del verano, no solo llega el descanso escolar para los niños o las tan ansiadas vacaciones. Llegan también los días más largos, las escapaditas, las tardes para el ocio y el descanso,las reuniones sin apuros con amigos y familia...
Para todos esos momentos te proponemos que elijas JUGAR más, que invites a grandes y chicos a sentarse alrededor de un Juego de mesa, que organices actividades lúdicas en la pileta y que convoques desde el más grande hasta el más chico de la familia frente a un cubos de dados.
Si vas a la playa u organizas una salida al aire libre, no dejes de ir con unas paletas, el tejo o una pelota.

Pero por sobre todas las cosas debes permitirte volver a sentir que jugar es lo único importante...  te acordás?
No solo te vas a dar la oportunidad de disfrutar de un mejor verano, mejorando tu salud, la de tu familia y
amigos; sino que eso producirá una mejor calidad de vida que te acompañará el resto del año.
Y sabés por qué?
Porque el juego afianza vínculos, desarrolla las capacidades cognitivas, refuerza el sistema inmunológico, disminuyen el dolor y liberan tensiones.
 "Así como nuestro cuerpo necesita dormir y descansar para funcionar adecuadamente, también necesitamos divertirnos para recuperarnos del desgaste emocional y aumentar nuestro bienestar general", afirma la Lic. en psicología Silvia Russek.
Los beneficios específicos que los juegos aportan a la salud y a la calidad de vida engloban a todas las generaciones. Un estudio de la Universidad de Georgia, comprobó que los entretenimientosque implican actividades físicas  ayudan a los niños a mejorar sus habilidades neurológicas y cognitivas. Si bien se creía que esos juegos solo combatían el sedentarismo, ahora se sabe que también inducen el desarrollo de sistemas cerebrales ligados a la comprensióny al comportamiento. Del mismo modo, los juegos de mesa, más relacionados con el desarrollo de la inteligencia, hacen importantes aportes al desarrollo del sistema neurológico.
En el otro extremo de la vida, los adultos de la tercera edad, se ven beneficiados por la práctica de juegos como las cartas, el dominó, el burako o los de preguntas y respuesta. Así lo confirma la Asociación de investigación de la Industria del Juguete, en el que se explica que esas prácticas estimulan la percepción sensorial, ejercitan habilidades cognitivas, potencian el contacto social y ofrecen entornos para el aprendizaje.

"Si bien siempre hemos relacionado el juego con la infancia, la verdad es que trasciende esa etapa y se expresa en el día a día, en aspectos culturales, en las competencias deportivas, en las manifestaciones artísticas, en los espectáculos e, incluso, en el cortejo de las parejas. Lo lúdico crea ambientes mágicos y genera emociones, gozo y placer", asegura Ernesto Yturralde, couching, facilitador y conferencista internacional de temas relacionados con el liderazgo.
“Mediante los espacios lúdicos compartidos entre generaciones se abren canales nuevos de comunicación y se favorecen y muchas veces se reparan los lazos entre los diferentes miembros de la familia”, refiere el psicólogo Arturo Clariá.“Es importante que los padres destinen tiempo a jugar con sus hijos. Dentro de las maravillosas obligaciones paternas, además de del cuidado y el abrigo, está la de divertirse con los hijos, pero no por deber, sino por la salud del gruo familiar. La influencia psicológica positiva que le otorga un padre a su hijo por compartir un momento de recreación es inconmensurable.  Al jugar con un hijo, no solo le brindamos la mejor compañía que pueda tener, sino que vamos sentando las bases de su seguridad y su autoestima. A su vez lo ayudamos a soltar las amarras  de la fabtasía y la creatividad, apoyado en un muelle afectivo. Un niño que juega solo está contento. Un niño que juega con amigos está alegre. Un niño que juega con su papá está feliz. 
Como si todo eso fuera poco,  estos instantes compartidos les devuelven a la felicidad a los padres demasiados preocupados por sus tareas "adultas".


Fuente: www. buscomibienestar.com
               www.yturralde.com
               www.lúdica.org

No hay comentarios: