"TIENE MUCHOS JUGUETES Y SE ABURRE" ¿¿¿Que hago???

..."Mi hijo de 3 años quiere que le compremos juguetes constantemente, los que ve en la televisión, en las tiendas y si le digo que no hace berrinches, llora dice que el no tiene nada para jugar… A él nada lo conforma. Tiene una habitación repleta de juguetes, todo lo que ha pedido en estos años lo tiene pero últimamente he dejado de comprarle ya que no quiere jugar más. Lo nuevo le llama la atención un dia y al otro dia quiere algo mas y asi se repite, no se que hacer con sus berrinches, hasta lo he golpeado porque me hace perder la paciencia luego me arrepiento pero el daño ya esta hecho. Necesito ayuda"...

Mami y papi, los niños pequeños deben ir aprendiendo poco a poco a tolerar la frustración que les supone no obtener todo lo que ellos desean. Desde que aprenden a pedir señalando, y luego, desde que saben hablar (a partir de los dos años aprox), empiezan a pedir “quiero este juguete, quiero esto, esto para mi…”.

Los padres, como adultos que somos y responsables de su educación y buen desarrollo sabemos lo que sí pueden tener porque les es bueno y lo que no pueden tener porque no les conviene.

Con cada SI que les damos les hacemos felices y con cada NO que les damos les ayudamos a crecer, a madurar, a enfrentarse con el disgusto, incluso con la rabia o tristeza que supone dicha frustración. Aprenden a valorar lo que tienen y también a cuidarlo. Por lo tanto, les estamos dando herramientas muy válidas que necesitaran para ser felices.

Comprarles muchos juguetes es empacharlos. ¿Que valores crees ha aprendido tu hijo a sus tres años teniendo una habitación llena de juguetes y teniendo unos padres que han accedido a todos sus deseos? ¿Dirías que es un niño feliz?

La verdadera necesidad de tu hijo es la necesidad de jugar contigo.
  • Pasar tiempo juntos para crear, hacer, deshacer, reíros, enfadaros, perdonaros.
  • Jugar juntos a: dibujar, cantar, bailar, hacer manualidades con pinturas, piedras, arena de la playa, conchas, construcciones, leer cuentos juntos, etc. Y para eso no se necesita ningún juguete.
Permite que tu hijo llore y exprese su disgusto.
Mientras llora no le digas nada. No lo amenaces con nada ni le digas nada negativo. Simplemente le dejas saque su frustración y cuando esté más calmado le atiendes.
 Lo atiendes tocándolo, hablando, escuchándole, haciendo la merienda juntos, un dibujo… no accediendo a su demanda que ha sido el origen del disgusto.

Este tema lo suelo trabajar a menudo con los padres en mi consulta y el tema que suele haber detrás es la dificultad por acompañar el llanto o disgusto del niño ¿Qué te supone a ti oír llorar a tu hijo? ¿Qué sientes? ¿Por qué lo intentas evitar? Y por otro lado, la culpabilidad o dificultad que hay en decir NO a los hijos.
 

Por Licenciada en Pedagogía.
Publicado en EDUKAME.com

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