VACACIONES CON GANAS DE APRENDER

 Alternativas para los días sin clases...

Los fines de semana, la diversión también puede incluir creatividad, lectura e ingenio

 Psicopedagogos y docentes coinciden al aconsejar descanso y distancia de los libros escolares, al menos mientras durante los fines de semanas y recesos escolares. Pero sugieren algunas condiciones, como no recargar los días de entretenimientos y vincular la diversión también con la lectura, el arte y los juegos que estimulan el pensamiento.
Aunque las recomendaciones varían según las edades -los adolescentes que tienen materias previas por rendir son los únicos que, según los profesionales, deben mantener un riguroso cronograma de estudio-, para todos el consejo es unánime: el descanso es necesario. "El corte es importante para recargar energías y tomar aire nuevo. En esta etapa del año se nota mucho el cansancio en los chicos", explicó a LA NACIÓN María Pía del Castillo, profesional de la Fundación Proyecto Padres.
Como detalló la presidenta de la Federación Argentina de Psicopedagogía, Marcela Platero, "lo ideal es aprovechar el tiempo de vacaciones para realizar actividades diferentes a las pedagógicas. Los aprendizajes se dan en todo momento; cualquier actividad puede ser aprovechada para aprender, como realizar un viaje, ver una película, leer un cuento, hacer deportes o pintar un cuadro".
"Uno de los males que sufre la educación actualmente es la escisión entre la escuela y la vida en general. Parecería que los períodos de vacaciones implican el abandono de lo relacionado con el aprendizaje y algunas buenas costumbres. La lectura y la escritura pasan al letargo como si fueran solo bienes escolares y no parte de nuestra cultura", advirtió sin embargo Alejandro De Oto Gilotaux, director de Primaria y rector del Instituto de Capacitación Docente del Colegio Los Robles.
Una docente de la Escuela 8 del distrito escolar 11 también recomendó que los niños paseen con sus padres y realicen actividades culturales con ellos. También explicó que una alternativa es la que implementó una docente del colegio, que realizó "un cuadernillo para los niños, con trabalenguas, acertijos y sopas de letras que les dio a sus alumnos para que jueguen cuando se aburran de la tele o la computadora". Lo ideal parece ser que los niños "sean estimulados con juegos de mesa o libros, cosas que incentiven la creatividad, inteligencia y pensamiento lógico", detalló Del Castillo.
Por otro lado, estimó que son los padres quienes deben demostrar a los niños que las vacaciones son para descansar y relajarse. "La idea es cortar con las corridas diarias de la doble escolaridad, las clases de patín, de inglés, de hockey. Los chicos están estresados y eso se nota". Por eso, explicó, tampoco hay que "rellenarlos de actividades y pasar del vértigo escolar a actividades continuas que resulten estresantes como las largas colas de los teatros y cines u otras actividades sociales".
Existen, por otro lado, clubes deportivos y de esparcimiento que los especialistas recomiendan porque insumen tiempo y los niños interactúan entre ellos, además de realizar actividad física. El gobierno de la ciudad, por ejemplo, propone en estas semanas "Vacaciones en el colegio", un programa con actividades para realizar en la escuela y una solución para padres ocupados y niños aburridos. Sin embargo, algunos docentes no consideraron a la iniciativa como ideal, pues los chicos tienen que continuar despertándose temprano y seguir asistiendo al mismo ámbito.
"Las rutinas y los hábitos no deben perderse hasta que los chicos tengan 8 o 9 años. Sí pueden correrse los horarios, pero no es aconsejable romper con la rutina adquirida", explicó Castillo. "La familia debe promover los valores y los hábitos que el hijo necesita para crecer sanamente, es por ello que la lectura, la escritura, el cumplimiento de los horarios y las normas de higiene deben ser vividas siempre y no como exigencias meramente escolares", sintetizó De Oto Gilotaux.
Los adolescentes que no deban materias también deberían tener límites en estas vacaciones. "No se puede salir a bailar todos los días, tampoco llegar a cualquier hora porque los padres trabajan y deben respetarlo", sintetizó Del Castillo.
Para los alumnos que presentan algún tipo de dificultad en el aprendizaje, sí se recomiendan actividades focalizadas para "evitar los efectos de la curva de olvido", según dijo De Oto Gilotaux. Platero detalló que "en los casos donde las dificultades de aprendizaje son de base cognitiva es conveniente combinar la recreación con el aprendizaje sin que este último se convierta en una tortura para los padres y los hijos". En estos casos, normalmente hay en la escuela profesionales que siguen los casos y proporcionan ideas, ejercicios y recomendaciones para los días sin clases.
Según los profesionales consultados, quienes deberían quedar eximidos de cualquier estudio y capacitación son los docentes, que deben usar el receso para "recuperar energía y poder brindar lo mejor de sí en la vuelta al colegio", dijeron.
 
Julieta Molina
LA NACION 
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