Cuando los chicos son arte y parte

Tres expertas cuentan cómo enseñan disciplinas artísticas a los niños. Además, sus recomendaciones para salir a festejar.

Cuadros para volver a pintar una y otra vez
 (Vali Guidalevich docente de arte)

Tiene 39 y es madre de Luchi, de 9 años y Violeta de 6. Y acaba de inaugurar la colección de arte para chicos de la editorial Albatros, con Xul Solar y Antonio Berni. Dos libros escritos en primera persona, con puertas, escaleras y ventanas a la obra del autor a través de relatos, preguntas y juegos. "No se trata de llenarlos de información, sino de mostrarles cuestiones cotidianas que se reflejan en las pinturas".

¿Por qué Berni y Xul Solar? "Fui la encargada de crear el proyecto educativo del Malba. Y allí, cuando los chicos veían los monstruos de Berni, no paraban de hacer preguntas. Y lo mismo ocurría con los muñecos de Xul Solar. El desafío era vincular la obra, las imágenes, la vida del artista en un entramado con la experiencia de vida de los lectores", cuenta quien coordina el programa de Arte para chicos de la Fundación Esteban Lisa y desarrolla el programa "Pintando con los chicos", del Centro Cultural Recoleta. "Un programa gratuito, donde los chicos van una vez por mes a un taller de un artista o a una galería donde está presente el autor. La idea es que realicen obras en conjunto, que luego se exponen y se donan", detalla.

¿Y cómo surgió el libro? "De la experiencia en el museo. Veía cómo los chicos desarrollaban la observación y su imaginación. Estos libros abren interrogantes. Jamás los cierran. Quien los lea aprenderá a ver en una obra de arte, quizás algo bien distinto a lo que ve otro. Y así conocerán diversas interpretaciones, porque una obra no es una ecuación matemática".

A mover los pies, cantar y bailar sin parar
(Gabi Goldberg - actriz y coreógrafa)

Es profesora Nacional de danzas, actriz, docente, y coreógrafa. Como actriz participó en Salpicón, El gato con Botas y Huesito Caracú. Y como coreógrafa, en Derechos Torcidos, de Midón. 
Recomienda para ver: Las obras Aguas y Aires, de la Compañía Clun de Marcelo Katz y Revuelta de tuerca, del grupo Caracachumba.

"Acá vienen a cantar, actuar y bailar. Les enseño el abanico de las tres áreas. Y vienen porque quieren, porque les apasiona. Para mí, la pasión trae éxito porque es un triunfo personal", se entusiasma Gabi Goldberg, que enseña comedia musical a niños de 4 a 99 años. Son grupos de veinte, con un pianista en vivo y una asistente.

Goldberg tiene 45 años, es mamá de Tomás de 10 y una de las referentes a la hora de hablar de la coreografía de espectáculos infantiles.

"Tenía 30 años cuando fui a la audición de El gato con botas de Hugo Midón y me dijeron que iba a ser la princesa. Les dije: 'Están equivocados. Yo no soy alta ni flaca ni de ojos celestes'. Y me replicaron: 'Eso es lo que buscamos'. Y yo dije: 'Guau'. Es que la princesa tenía que ser petiza porque el príncipe era muuuuuy alto", cuenta mientras ceba mate en su casona-estudio del barrio de Chacarita. "Creo que ahí fue que aprendí que si los chicos se tienen que identificar conmigo es porque tienen que estar locos por la pasión".

¿Cuál es el secreto para enseñarles comedia musical? "En el rato que están acá, se divierten, juegan , fantasean. Acá nunca les diremos: 'Sos muy sensual bailando', ni ninguna barbaridad que se le parezca. No hacemos grandes producciones con trajes especiales. Sí, a fin de año, se suben a un escenario para que tengan la experiencia de hacer arte en un teatro, con un público bárbaro que son los papás, abuelos, tíos, primos... Pero es sólo una muestra. No un show".

El juego de la actuación
(Nora Moseinco - Maestra de actores)

"Lo más importante es la mirada. Cuando son mirados de un modo creativo, cuando lo que empiezan a decir, a asociar, es valorado. La energía necesita conducirse para que aflore un nivel de creatividad que a veces puede llegar a asombrar. Es un encuentro muy personal dentro de una lógica muy lúdica", explica Nora Moseinco su método para enseñar a los chicos a actuar.

Sin duda, la familia es un teatro, donde cada niño encuentra su papel. ¿Qué efecto provoca en la familia un nene que comienza a actuar? "Lo ven distinto. Cuando comienzan a explorar diversos roles se expanden. Tienen más voces, otras muecas. Aparece algo de la singularidad. Algunos se pueden asustar. Pero se calman cuando comienzan a jugar con el rol que les toca en cada casa, en la vida. Se sorprenden al verse/verlos más cómodos. No desde un lugar de rebeldía, sino desde el juego. Ahí es cuando algo se suelta, cuando descubren que nada es tan fijo", describe sonriente la madre de Félix, de un año y dos meses.

¿A qué edad un niño puede comenzar a actuar otro papel? "A partir de los 7 años, que es cuando ya tienen noción de lo que es una escena y que pueden empezar a ver a los otros".

¿Qué ocurre con el nivel de exposición de los niños actores? "No es nada bueno el deseo de ser famoso. La idea es que se diviertan tanto que prefieran entonces seguir. No se le puede decir a un nene: tenés todo el potencial para ser un gran actor. Las sentencias no tienen movimiento y uno cambia en la vida".

Directora de actores y maestra de actuación desde 1990. Dirigió Magazine For Fai, El descueve y Glorias Porteñas.

Para estas vacaciones llenas de prevenciones recomienda: El Museo de Ciencias Prohibido no tocar y las películas Mi vecino Totoro y Nicky, la aprendiz de bruja, de Hayao Miyazaki.

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